Las Disertaciones
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En el archivo solo se encuentra una Disertación de Susan Melrose:
Susan Melrose México D.F.
POSTALES DEL ESPACIO EXTERIOR
1. Arte Vivo / Arte Muerto En 1950, en una casita en Coventry, pueblo de mi nacimiento, en el corazón Británico (país de Shakespeare), mi abuela se sube en un taburete de su cocina, y al ponerse cuidadosamente se pone alrededor de su cuello un nudo casero, y silenciosamente se cuelga. Mi abuelo, en 1950, todavía está en la India, con el Ejército Británico, después de 20 años allí. Son tres años después de la Independencia. Hay tan muchas muertes en esas épocas problemáticas, pero son pocas las de los civiles británicos. Y las noticias viajan bastante lento de Inglaterra para que el acontecimiento completo del suicidio de mi abuela pueda parecerle irreal a mi abuelo, que aun me lo susurró y lloró cuando lo conocí por primera vez en 1970. En 1950, la postal de una amistad que trae las noticias a Coventry acerca del hijo que tuvo mi abuelo con su ama de casa hindú, había alcanzado a mi abuela de una forma igualmente lenta. La tinta ahora está descolorada – pero desde en ese entonces lo estaba. Vino del espacio exterior, y permaneció allí en el ático de mis padres hasta que yo la encontré, pero en un sentido más real es que fue alojada en el espacio exterior por mis padres, en un lugar al que nunca volvió a entrar verbalmente mi padre. Durante el transcurso de mi vida, mi padre nunca ha hablado en el tiempo pasado, y ahora a los 76 años, sé que nunca lo hará, puesto que una reticencia emocional propiamente británica es su corriente cotidiana. Pero este drama de la historia colonial británica, de sus muertes y sus silencios, están marcadas en mi corazón, y estuvieron marcadas allí como un silencio inmencionable, desde mucho antes de que hubiera encontrado la postal y supe de la muerte.
La hija que soy, ésta de mi padre, me hace sumisa y razonable – pero a veces me pregunto porqué soy tan cortés.
Mi primera postal, aquí dirigida a usted por la nieta del orden colonial, viene de un Viejo Mundo que desamparadamente ahora intenta exorcizar sus fantasmas a través de algo llamado financiamiento al teatro multicultural e intercultural. En Londres, en el Royal National Theatre, miro a Tara Arts, una compañía “británico asiática” del teatro, subsidiada como tal, que representa cortésmente versiones coquetas de dramas clásicos europeos con algunas partes reescritas en Hindi o Urdu, y con canciones y danzas de tradiciones hindúes norteñas. Mientras miro, y ya que Jatinder Verma y yo compartimos tantas muertes, me pregunto por qué su arte, como el mío, nunca es tan razonable, porqué su arte nunca está vivo, nunca corta, nunca punza, nunca saca sangre, nunca habla de amargura, nunca acusa, nunca llora, nunca se llena de rabia, y nunca se enfurece. Me pregunto porqué nunca nos encontramos, sobre el teatro, más que dentro de un acuerdo cortés que tenemos de no hablar de nuestros muertos, y – y esto es lo qué importa – porqué nunca puedo decirle que su teatro no es lo suficientemente bueno, y que no lo necesita ser, porque lo subsidiamos para que se convierta en otra víctima de la historia. Cuando entrevisto a Jatinder, después del espectáculo, me dice en su micrófono que en su corazón, el es blanco. Cambio cortésmente el tema, y discutimos el Natyasastra, el tratado antiguo Sánscrito acerca del espectáculo, y observamos, cortésmente, que a diferencia de La Poética de Aristóteles, Bharata Natyasastra le gusta la crisis, el paroxismo, el derrame de sangre, y la muerte trágica. Prefiere romance y la resolución.
2. Arte vivo, arte muerto La segunda postal no tiene ningún sello o timbre, ninguna dirección impresa, y se parece llegar de ningún lado. En el encabezado dice “Deseo que estés aquí”, y después, escrito abajo “Miedo del Internet”. Me siento como en mi casa cuando se habla de miedo, así que pegue la postal en la puerta de mi refrigerador. Lo sé demasiado bien, después de todo, el miedo de la teoría que se muestra en las caras de algunos de mis colegas cuando comienzo a hablar. Hay tal reticenci
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